​Debido a la gran cantidad de robos en Alemania y en Europa en su conjunto en 1993 (más de un millón de tan sólo un año) Grupo de Seguros Allianz y la industria automovilística alemana negociar la puesta en marcha del proyecto en el que los vehículos serán fabricados con inmovilizador integrado (y el transpondedor). Un año después, comenzó la prueba del sistema en todos los países productores europeos.
El chip está ubicado en el cuerpo de ignición y recibe información que identifica la llave del vehículo. Los datos en cuestión provienen de la antena (que es un enchufe electromagnético) que se encuentra en la llave de contacto. A su vez, envía un código único al inmovilizador, seguido de una ECU (unidad electrónica de control del motor) que permite que el automóvil arranque. Si la computadora del vehículo no envía el código correcto, entonces el vehículo no se encenderá.